Distintos tipos de médiums y sus técnicas

Un médium es una persona que posee facultades paranormales o extrasensoriales, que le permiten actuar como un mediador entre fenómenos parasicológicos o comunicaciones con los espíritus. Este individuo puede ser de cualquier edad o género, porque la videncia es un don que nace con él y que se hace visible a través del tiempo, y que el médium desarrolla a medida que se conecta con ella y la conoce. Existen muchas formas de usar este talento y del mismo modo, varios tipos de médium según sus capacidades y formas de trabajar, veamos algo más de este tema a continuación.

Tipos de médiums

Ser médium es una decisión que toma quien posee la videncia, porque puede tener las capacidades para serlo, pero sólo será decisión de él perfeccionarse e interpretar las señales que recibe, el médium deja que su interlocutor actúe, sólo le dice lo que las entidades le trasmiten, no aconseja ya que simplemente es un intermedio. El médium capta el fluido energético de los demás ejerce su arte sin ningún soporte material como cartas, péndulos, tarots, etc.

Existen muchos tipos de médiums dentro de los cuales se destaca por ejemplo el clarividente, que es aquel que tiene la capacidad de ver situaciones del pasado, del presente o del futuro y se conecta con su inconsciente, que es el que le da la capacidad de ver lo que otras personas no ven. Ve lugares, escenas, situaciones, siente y tiene una fuerte intuición, sus experiencias son muy realistas y bastante aproximadas a la realidad. Y también están los videntes que, a diferencia de los clarividentes, estos se caracterizan por poder ver lo que otras personas ocultan. A su vez poseen la facultad de sacar del inconsciente del consultante, los acontecimientos más importantes de su vida, relacionándolos con símbolos y vivencias similares a la suyas, ve desde el interior.

El poder de la mediumnidad

La mediumnidad es la capacidad que tienen los seres de exteriorizar estos sentidos profundos del alma que en la mayoría de nosotros permanecen inactivos y que los conectan con el mundo del inconsciente, para sacar de allí muchas verdades a la luz, que los demás no podemos ver. Esta capacidad no se puede confundir con otras telepáticas o de intuición, ya que en el médium estas cualidades están más exacerbadas, lo cual le da la facultad de percibir otra realidad diferente a la que vive y que es ajena para muchos.

Él percibe otra dimensión, convirtiéndose en el intermediario entre nuestro mundo, y un mundo paralelo, cuando se encuentra en este estado de receptividad, ya no es totalmente dueño de sus acciones y sus pensamientos, es a partir de este trance, en el que él manifiesta mediante diferentes formas lo que el emisor quiere comunicar. Durante una sesión, el médium no es dueño de la situación, se deja ir y deja lugar a la manifestación del espíritu, rodeado de personas que tengan los conocimientos de espiritismo, y que puedan reaccionar a manifestaciones anárquicas que muestren el ente.  Entonces la mediumnidad no es soló visualizar, es saber manejar esos estímulos adecuadamente.


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